Ruta lineal, que empieza en Esporles y termina en el pueblo costero de Banyalbufar. La construcción de las casas con la piedra caliza de canteras próximas en ambos pueblos es un claro ejemplo de la arquitectura tradicional que tanto caracteriza a los pueblos de la Serra de Tramuntana. Esta excursión te sumerge de un buen principio en el bosque de rivera, que te acompaña durante un rato, con el relajante runrún del agua proveniente del torrente de Sant Pere. Bien rápido te vas a dar cuenta de que el bosque cambia de protagonista para adentrarte en el frondoso encinar, que como un museo etnográfico al aire libre, incrementa su valor con innumerables vestigios de la industria del carbón y de la cal. Además, diferentes ventanas irrumpen en el camino, a través del tupido follaje del bosque, con maravillosas vistas a la costa norte. Para terminar en el pueblo de Banyalbufar, un pueblo de fantasía, que todavía conserva la ingeniería hidráulica de los tiempos del Islam, que riega sus antiguas terrazas repletas de viñas, de la finísima variedad de uva blanca malvasía.